-Historia personal: Aunque mi familia era de la Unión Soviética, yo nací en Grecia. Mi padre mirió cuando yo tenía cuatro años,(mentira, era de una organización mortifaga) un mes más tarde de que mi hermano pequeño naciera. Pero lo peor no acaba aqui, al cumplir los cinco años un atentado contra lo que quedaba de mi familía acabó con la vida de nuestra madre. El atentado era un rayo de color verde que se dirigía hacía mí, pero se desvió a ella. Luego otro rayo me alcanzó y me dejó una cicatriz en el pecho.
Por ese atentado mi hermano y yo tubimos que quedarnos en un colegio interno, pero a la edad de once años (mi hermano tenía siete) llegó para el colegio una carta de un instituto un poco raro, era de magía y hechizería, esa escuela se llamaba Dumstrang.
En la carta decía que yo era mago y mi hermano tambien, pero este no podría ir a la escuela por ser muy pequeño aún.
Me preparé para lo que podía pasar en la escuela...y bueno, me costó mis amigos y los profesores de la escuela muggle me empezaron a coger un cierto respeto, por no decir miedo.
Cuando entré por primera vez en el Callejón Diagón no me lo podía creer, estaba en un sueño y no quería despertarme...entré en Ollivanders a comprar mi varita y tardamos más de dos horas en acertar con la varita adecuada. El señor de la tienda no se lo creía, pero no me quiso asustar y no me dijo nada.
Cuando llegue a la escuela estaba muerto de miedo, pero lo que más miedo me daban eran los profesores, todos ellos eran muy duros y los alumnos estabámos a rajatabla, pero podíamos hacer lo que queramos...y en vez de querer ser mago oscuro y usaba las maldiciones para hacer un poco el bien, hasta que un profesor de la escuela me pilló y me castigo por contestarle en el segundo año que quería ser auror. El castigo fue la maldición cruciatus durante tres semanas seguidas por cada alumno de la escuela.
Así que empecé a crear mis propias maldiciones en un cuaderno escondidísimo, para que nadie puediera verlo. Maldiciones como desangrarte por dentro, emorraguias, embolias...cosas imperdonables, pero para usarlas con un poco de cabeza y para los que se oponian a mi (más o menos, toda la escuela). Lo titulé "El Libro Secreto de Maldiciones Infecciosas y Embolias de Marluc".
En el cuarto año todo fue más facil y mi hermano entró en la escuela como aprendiz, yo le ayudaba en lo que podía y le quitaba las ganas de ser un mago oscuro como todos los magos que salían de esa escuela de hechizería...así que mi hermano y yo empezamos a estudiar las maldiciones pero para usarlas contra el mal y no junto al mal. Queríamos ser aurores, y podíamos conseguirlo. Eramos una pareja ínvencible en duelo, las artes oscuras la aprobamos con sobresaliente, yo tenía menos atención a los animales xxxxx, a mi no me gustaban y peleaba contra ellos, mientras que mi hermano los adoraba y se reia cuando los dragones me atacaban...y siempre salían mal parados.
Pero lo peor fue cuando terminé el último curso. a mi hermano le quedaban aún cuatro para terminar y no le quería dejar solo porque los demás alumnos nos tenían manía, así que lo primero que hice fue hacerme cargo del departamento de control de criaturas magicas de Ministerio, más tarde me hice animago (no registrado) para poder estar en contacto con mi hermano cuantas veces el lo pidiera, y por último me hice auror de élite deteniendo a los magos oscuros que salieron del último curso junto conmigo. Tal fue el exito que me dieron el puesto de director de la escuela de Dumstrang y una plaza en el Wizengamot. Ahora mi hermano y yo trabajamos en lo que nos gusta, él tiene una plaza fija en la escuela, es miembro del tribunal y tambien es auror. Lo que uno quiere puede conseguir aunque esté en la escuela de magia peor del mundo.