Despacho de la jefa de aurores.

-Aún no he averiguado nada, pero estoy muy cerca de conseguirlo.
*Le mantengo la mirada*
"No le puedo decir lo que me ha dicho Riku, se lo prometí"

-Ya sabes, ten cuidado.
*Lo veo salir*

*Salgo de mi despacho*

*Me aparezco en el despacho, me acerco a la chimenea y cojo un polvos flu del macetero que hay junto a ella*
"Odio esta vía, pero no hay más remedio que usarla"
*Me meto dentro de la chimenea y suelto los polvos flu*
-A mi despacho en Hogwarts.
*Las llamas verdes me envuelven y me voy de mi despacho en el ministerio*

*Me aparezco*
"Bien, ¿quién se supone que es ese mago?"
*Me siento en mi sillón y respiro hondo*
"Ya son dos magos que quieren cargarse el ministerio"

*Lo miro desorientada*
-Tu cart... ¡Ah, si! La del fénix.
*Me incorporo*
-¿Sabes algo más de eso?

-Es muy posible.
*Asiento con la cabeza pensativa*
-Cambiando de tema... ¿has averiguado algo más sobre Tom?

*Empiezo a pasear haciendo conjeturas*
-Es muy posible... ¿A qué lugar fuiste después de Egipto?
*Lo miro*

-Lucas...
*Suspiro*
-Ir a Egipto de nuevo sería como perder el tiempo, es posible que ahora lo guíes hasta Rumanía y allí... están los dragones. Además...
*Me apoyo en la mesa*
-Me temo que le estén saliendo seguidores a Tom, hoy me he encontrado con un tipo enmascarado que... dice haber luchado contra mi hermano y que quiere matarme.
*Miro al cuaderno de notas*
-¿Qué se supone que hace ese hechizo... maldición o lo que sea?

*Suspiro*
-Sabes que va a acabar etiquetada como imperdonable... pero nos viene bien obtener ventaja sobre ellos. Ve a probarla, espero que vengas a informarme en cuanto acabes.
*Lo miro con seriedad*
-Cualquier día acabas en Azkaban... y yo por detrás tuya.

*Me siento en mi sillón con la risa de aquel hombre grabada en mi cabeza*
"La he escuchado en alguna parte... ¿dónde?"
*Me apoyo en el escritorio con la cabeza entre las manos*
"¡Vamos! ¿Dónde la he escuchado?"

*Levanto la cabeza*
-Adelante.
*Me cruzo de piernas*

*Me quedo mirando a la serpiente con la boca abierta*
-No se si sabrás que les tengo pánico a las serpientes.
*Miro a Lucas*
-Pero acaba de entrar en imperdonable... aunque sólo nosotros conocemos su existencia... ¿cierto?

*Arqueo las cejas*
-Ya sabes que el que más se mete en líos eres tú.
*Le sonrío*
-De acuerdo... entonces más nos vale ocultarla como sea.
"Le estoy consintiendo demasiado, le estoy consintiendo demasiado"